Locura en domingo
De Londres, Inglaterra.
Jamás imaginamos la desaparición del Middle Sunday, como tampoco pensamos que la segunda semana de Wimbledon estaría llena de ausencias. Sin Williams, Muguruza, Kerber, Swiatek y Raducanu, el tercer gran slam del año ha dejado una insospechada serie de resultados. Tanto la eliminación en primera ronda de la alemana Angelique Kerber, como de la española Garbiñe Muguruza, han generado un gran desconcierto entre la afición. Ninguna ha logrado mantener el ritmo en el presente año, por lo que su pronta derrota en el All England Club se suma a la lista de argumentos que bien preocupan a la comunidad del tenis. En el caso de Muguruza, tras una irregular participación en los torneos de arcilla, la propia española ha confesado pasar un mal rato en tierras inglesas, con sensaciones más negativas que optimistas, lo que le ha impedido competir a su mejor nivel.
Asimismo, aún
teniendo un buen debut en la Cancha Central, Emma Raducanu se ha convertido uno
de los pesares más grandes de esta temporada. Desafortunadamente para la
estrella británica, las lesiones han limitado su actividad en esta primera
mitad del año, llegando a Wimbledon con muy poco ritmo. Ante Alison Van
Uytvanck, se notó a una Raducanu exhausta, llegando tarde a la pelota y sin la
suficiente fuerza para contraatacar. Sin duda, una temporada de mucha presión
para la joven de 19 años, que verá su mayor desafío en el último abierto del calendario,
donde querrá defender el título que la confirmó como promesa del tenis. Mismo
escenario donde Serena Williams podría volver a probar suerte. La
estadounidense tuvo un buen regreso junto a Ons Jabeur, con quien participó en
el torneo de Eastburne, sin poder decir lo mismo de su retorno a Wimbledon.
En la Catedral del
Tenis, la multicampeona sufrió una derrota un tanto predecible, teniendo en
cuenta que ha pasado prácticamente un año sin actividad. Tras la conquista de
su Gran Slam número 23 (individual), Serena parece estancada, quedándose
siempre a un paso de alcanzar la marca impuesta por Margaret Court. Cuatro
finales entre 2018 y 2019, con dos de ellas en Wimbledon pero, sin un solo set
ganado, han frustrado el récord perseguido por la estadounidense. Pese a ello,
Serena ha sido clara que su principal motivación es ahora también su mayor
prioridad, refiriéndose a la maternidad como una de las mejores etapas en su
vida. Aquello, aunado al retiro de Ash Barty, han dejado a Iga Swiatek al
frente del circuito femenil, aunque su gira sobre el césped haya terminado con
su racha de 37 partidos invictos.
Después de coronarse en Roland Garros, la polaca se tomó un descanso del calendario, llegando a Wimbledon sin un solo partido sobre la hierba. Una superficie poco favorable para el juego de Iga, que fue de más a menos en su última participación. Las bolas rápidas, los rebotes impredecibles y el poco deslice que genera el césped le impidieron sentirse totalmente cómoda, lo que consagró a Alizé Cornet como una especialista eliminando a las número uno del mundo. Ante este escenario, el título de favorita, otorgado incluso antes de iniciado el torneo, le sigue perteneciendo a Ons Jabeur, que ambiciona ganar su primer Grand Slam en Londres. Sin embargo, del otro lado del cuadro, con paso cada vez más firme, aparece Simona Halep, decidida a reclamar la gloria de la Cancha Central. Ambas con la intención de escribir su nombre junto al centenario de uno de los escenarios más emblemáticos del deporte.
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