Sol y sombra
De Los Ángeles, Estados Unidos.
Después de un año
en el que la figura mediática de Javier superó a la del futbolista, Hernández
parece haberse reencontrado con una de sus mejores versiones dentro del campo.
Mucho se podrá debatir sobre el nivel de la MLS, sobre los retos que representa
y las facilidades que otorga. Sin embargo, es incuestionable el gran momento
que atraviesa el ídolo mexicano, uno lleno de contrastes, donde básicamente
promedió un gol por partido, pero su equipo, el LA Galaxy, quedó fuera de los
playoffs de manera dramática. En su último partido de temporada regular, Chicharito
tiró del equipo para poner el empate cerca del final. No obstante, el autogol marcado
por Araujo puso fin al torneo para el equipo angelino.
Entre lágrimas, Javier
mostró lo duro que fue la derrota, sobre todo cuando, al mirar la tabla, ha
sido apenas un punto lo que los ha dejado fuera de la fase final. Un punto que,
posiblemente, Chicharito pudo conseguir gracias a ese olfato goleador que tanta
diferencia ha marcado en los últimos partidos. Desafortunadamente para Javier y
compañía, su lesión le impidió jugar una mayor cantidad de partidos para sumar goles
traducidos en victorias. Aún con todo, Hernández logró generar una alta
cantidad de oportunidades de cara al arco rival. En veinte partidos como
titular, Chicharito logró hasta 49 tiros frente a la portería, lo que confirma
su perfil goleador. Mismo que se justifica en los 17 goles que lo colocaron
como el tercer delantero con más goles en la temporada.
Evidentemente, Javier
ha mostrado trabajar en su físico, con un excelente recorrido en el césped,
aprovechando espacios y ganando carreras al rival. Además, el mexicano ha
logrado madurar su visión dentro del campo. Ya no solo es un futbolista puntual
dentro del área, virtud que no ha perdido al marcar todas sus anotaciones
dentro del rectángulo, sino también un compañero que sirve y asiste al equipo. La
efectividad en sus pases alcanza casi el 80 por ciento. Por supuesto, la estadística
podría parecer engañosa pues, no es lo mismo cantidad que calidad. Sin embargo,
para bien de Chicharito, aprendió a descargar el balón en el lugar y tiempo
justo, distribuyendo la pelota a los costados para generar juego, hacia atrás
para seguridad del equipo, y hacia el frente un instante antes de quitarse la
marca.
Sí, Hernández es otra vez ese futbolista desequilibrante, más todavía, que es capaz de llevar el equipo a la espalda de ser necesaria. Su carisma y mentalidad han dejado de ser una simple pantalla bajo los reflectores. Ahora, verdaderamente, podemos leer en los gestos y cifras del delantero una versión optimista dentro del campo. La mala noticia para el inconfundible número ‘14’ es que, en lo que queda del año, no lo veremos más. El nombrado mejor jugador del LA Galaxy despide el 2021 con altas expectativas para lo que pueda venir el próximo año. Sin playoffs, sin convocatoria, a Javier solo le queda pensar en sus futuras metas, tomar el sol invernal de Los Ángeles y recuperar la sonrisa imaginando cosas chingonas.
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