La hora del Puebla
De Puebla, México.
En una liga que
premia las rachas, Larcamón ha demostrado ser uno de los más asertivos para hallar
el momento preciso con su equipo. Al cuadro poblano le tomó siete jornadas
encontrarse con el triunfo. Frente a Querétaro, La Franja apenas sumaba seis
puntos, con un balance poco optimista de cara a la segunda mitad de la fase
regular. Sin embargo, tal y como lo hemos visto en el banquillo, aquel carácter
eufórico del técnico argentino no tardó en reflejarse en el campo. Araújo, Corral,
Martínez y Tabó se volvieron el motor de un equipo que apostó por la inercia
más que por una técnica fija. A partir de revoluciones atemporales, que podían
presentarse desde el comienzo del partido, o hasta iniciada la segunda parte,
Puebla aguantaba en el fondo hasta detonar el chispazo que los hiciera volcarse
al ataque.
Frente a Juárez, en
la penúltima jornada, La Franja redujo al mínimo los riesgos de quedar fuera,
cuando menos, del repechaje. Desde el momento en el que América y Atlas se postularon
como los más regulares, con Tigres, León, Santos y Toluca aferrándose a media
tabla, Larcamón supo reconocer las capacidades de su equipo para llevarlo lo
más cerca de la fiesta grande. El primer gol ante Bravos es el que mejor
describe lo que, hasta la última fecha, ha sido el Puebla. Entonces, Christian
Tabó, a fuerza de persistencia, con notables tintes de terquedad, buscó en tres
ocasiones meter el balón al fondo de las redes. Así abrió el marcador y mandó
un claro mensaje del deseo de este equipo por avanzar. Exigirle al argentino fundar
una escuela de buen futbol era un imposible, en cambio, lo factible era esto,
lograr que once futbolistas dentro del campo se entreguen al ritmo de la porra
en el Cuauhtémoc.
Al “Coloso de Maravillas” acudieron todos los enfranjados para cerrar el calendario regular. En frente, los Diablos del Toluca, un equipo que ilusionó tras poner fin momentáneamente al dominio de Solari, pero que de a poco fue cayendo. Caso contrario al de La Franja, que cerca de jugarse el repechaje, encontró su mejor futbol, al menos en términos de resultados. El más reciente ídolo de la Angelópolis, Christian Tabó, sobre la hora del partido, se plantó desde los once pasos para hacer estallar a una grada que sueña con celebrar una nueva liguilla. Para ello, deberán medirse a unas Chivas que, de manera similar, lograron sumar lo suficiente para buscar un boleto a cuartos. Sin duda, el balance y ánimo de Puebla parecen una ventaja pues, a diferencia de Guadalajara, sumido en una crisis institucional, La Franja luce optimista. Sí, la Liga MX es de rachas pero, no precisamente de los que juegan mejor, sino de los que encuentran el tiempo idóneo para ganar.
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