Dinastía Kim
De Corea del Sur.
Desde Barcelona, en
las últimas ocho ediciones de Juegos Olímpicos (JJOO), ninguna disciplina ha
sido dominada como el tiro con arco. Particularmente, la categoría por equipos
de mujeres ha sido conquistada por Corea del Sur. La razón principal es, que en
la península de Asia Oriental, el tiro arco es lo mismo, o más que el futbol en
el occidente. A una temprana edad, en las escuelas surcoreanas, los más pequeños
son enseñados a practicar con el arco. Asimismo, aunque para muchos la estética
y el estilo son fundamentales, en Corea del Sur, tener control sobre su cuerpo es
más importante aún, pues el dominio sobre los movimientos, principalmente los
propios del brazo, permite mecanizar el tiro, haciéndolo altamente efectivo.
Aunado a lo
anterior, en el país asiático, esta disciplina no es solo un deporte, sino un
trabajo de tiempo completo, al que se le dedica nueve horas diarias en
promedio. De esa manera, múltiples figuras han logrado alcanzar algo parecido a
la perfección, como es el caso de la histórica Kim Soo-Nyung. La legendaria competidora
olímpica es considerada por la afición, así como por la máxima institución de
World Archery, la mejor arquera de todos los tiempos. Compararla con cualquier
otro u otra tiradora resulta imposible pues, con seis medallas en JJOO, nadie ha
podido superar el talento de Kim con el arco, marcando una época en este deporte.
Su primera participación como olímpica, en Seúl 1988, sirve para poner en
perspectiva su carrera ya que, en aquella edición, Soo-Nyung logró los nueve
tiros perfectos desde los 30 y 70 metros, con apenas tres fallos desde los 50
de distancia.
A los 21 años, Kim
ya era una estrella en Corea del Sur, así como una atleta élite a nivel mundial.
Sin embargo, una vez en la cúspide, Soo-Nyung optó por retirarse para formar
una familia. Tres oros, una plata, y sus dos hijos, parecían un legado de
sueños realizados, no obstante, para Kim, el tiro con arco nunca fue una
obligación, sino una pasión, incluso un reto. Desde los nueve años, cuando uno
de sus maestros le recomendó practicarlo como una asignación extraescolar, Kim se
sentía segura disparando. Una sensación única que, en 1999, la hizo volver a
competir, clasificando a Sídney 2000, donde se llevó el bronce en la categoría
individual, y se aseguró que prevaleciera la dinastía en la rama femenil por
equipos, sumando un nuevo oro olímpico para Corea del Sur.
Aunque en 2008,
Sung-hyng vio perdido el metal dorado en el evento individual, las arqueras surcoreanas
suman quince oros en tres décadas. Contundente récord que se vio consolidado en
Tokio 2020, gracias al equipo conformado por Jang Minhee, Kang Chaeyoung y An
San, quien además ha logrado un hito en el deporte. San es la primera arquera
en ganar oro en la rama femenil individual, por equipos, y en la categoría mixta.
La joven medallista, que asegura contar con suerte, aunque su efectividad demuestre
ser más que eso, consiguió una ronda perfecta en la final individual, donde
gracias a su última flecha, en un tiro único, derrotó a la arquera rusa, Elena
Osipova. A sus veinte años, An puede soñar con emular, e incluso superar lo
hecho por Kim, aunque la figura de Soo-Nyung sea inmortal, y recordada como la fundadora
de esta estirpe de grandes arqueras.
Información recuperada de: Wolrd Archery; Olympics; Historia de los Juegos; Marca Claro.
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