De Tokio 2020 (en 2021)
Jornada 2.
Solo los Juegos
Olímpicos (JJOO) pueden convertir las derrotas en prólogos de grandes hazañas.
Sin embargo, no siempre es así. La selección nacional de Chile tuvo un debut
agridulce frente a Gran Bretaña en la inauguración del torneo de futbol. Un
partido en el que, pese al resultado adverso, las chilenas mostraron convicción
en el sueño olímpico; tan simple como marcar un gol histórico, y tan grande
como hacer algo imposible. No obstante, el inolvidable capítulo olímpico de
Chile parece ser breve. Después de su más reciente derrota contra Canadá, las
opciones del cuadro latinoamericano se vuelven escasas, dignas de un milagro en
caso de lograr avanzar a cuartos.
En un escenario más
optimista se encuentran China y Zambia, dos naciones irregulares que son
capaces de competir contra escuadras como la neerlandesa o la brasileña, pero
de conseguir apenas un empate contra un rival del mismo, o menor nivel. Frustrante
actuación por parte de dos selecciones que, en la última jornada, deberán arriesgarse
para ser uno de los dos mejores terceros lugares. En contraste, dos equipos que
han llegado a Tokio con una determinación y confianza envidiable se han visto
enfrentadas en esta segunda jornada. Por un lado, una Suecia capaz de ganarle a
las campeonas del mundo y asegurar su boleto remontando un marcador de dos a
cero. Del otro, Australia, que crece a pasos agigantados en busca de colarse en
el medallero pero, sobre todo, de brillar en el siguiente mundial a albergar.
Otra potencia en
desarrollo es la de la Gran Bretaña, que si bien reúne a las islas más populares
de Europa, no cabe duda han sabido redimirse tras años de rezago en el futbol
femenil. Muestra de ello son las dos victorias conseguidas al inicio de los JJOO,
venciendo en su segundo enfrentamiento a una histórica selección como lo es la
japonesa. El equipo local, que en su momento fue estandarte de esperanza para
su país, se encuentra lejos del equipo perseverante que ha demostrado ser en
diversas ocasiones. Contados son los destellos de ese futbol rápido y letal que
Japón llegó a practicar, estando ahora en una posición no esperada, en la que
deberán sumar su primer triunfo para seguir adelante en el torneo del que son anfitrionas.
Al ritmo de la
samba, la ambiciosa e irreverente selección carioca se ha presentado en la isla
nipona con el único objetivo de cobrar una deuda pendiente, la de una medalla
negada a tantas ocasiones que parece el futbol se rehúsa a coronar a la nación
que llenó de magia este deporte. Por supuesto, pedir que el camino sea fácil no
es una opción, no cuando las más grandes historias cuentan con pasajes de
adversidad y resiliencia. En ese sentido, Países Bajos ha representado la
primera prueba a superar, de la que se ha obtenido un empate con sensaciones
recíprocas pues, después una primera victoria fácil, las neerlandesas han
tomado el enfrentamiento contra las cariocas como su verdadero debut.
La presente historia de Estados Unidos puede ser familiar para la afición mexicana, cuando en Londres 2012 la selección varonil tuvo que tropezar al inicio para, posteriormente, llevarse el oro. Aquella derrota contra Suecia dejó rostros confundidos y múltiples cuestionamientos sobre las campeonas del mundo. Sin embargo, todas estas parecen en vano ahora que el equipo de las barras y las estrellas vuelve a ganar, a golear y gustar. La perfección que presumía el combinado estadounidense hace tan solo unos meses se ha ido, pues la imbatibilidad y portería a ceros han dejado de existir, no así el talento, el trabajo en conjunto, y la ambición que en cuatro ocasiones las ha dejado en fuera de lugar. Nueva Zelanda fue la víctima de este resurgir, que pone nuevamente en la carrera por el oro a Estados Unidos, aunque nunca se hayan ido en realidad.
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