Coraje y corazón

 

Foto: 90MIN

De Madrid a Inglaterra.

Tal y como predica la figura del “Cholo” Simeone, Virginia Torrecilla, internacional con España, se ha sobrepuesto a la enfermedad del cáncer partido a partido. Collerense, Sporting de Palma, Barcelona, Montpellier, y su regreso a suelo español con el Atleti en 2019, la convierten en una de las futbolistas más jóvenes y experimentadas que, no obstante, puso pausa a su carrera en mayo de 2020. Acostumbrada a sufrir dolores en las cervicales, Virginia no esperaba el diagnóstico de un tumor después de realizarse un TAC (tomografía computarizada) por órdenes del médico de la institución colchonera.

De esa forma, y en menos de una semana, la jugadora del Atleti era diagnosticada, internada y operada. Pese a todo ello, el mayor temor de Torrecilla no era su salud, sino su familia. Después de todo, y pese a su implacable carrera como futbolista, Virginia lo tenía claro: lo más importante era evitarle a los suyos la pena y el dolor que una enfermedad como el cáncer supone. Afortunadamente para Torrecilla, y el futbol, el tratamiento empezado hace más de un año, fue exitoso, llegando a su fin el pasado 5 de marzo de 2021. La noticia fue compartida por la propia jugadora, siendo celebrado por la comunidad deportiva de la misma manera que se celebra la obtención de un título.

Curiosamente, apenas un par de meses atrás, en enero, sus compañeras del Atleti alzaban la Super Copa de España, dedicándosela a una mujer que con su lucha las ha inspirado a todas. En este sentido, clave en la recuperación de la futbolista fue el respaldo de sus colegas, como Diego Costa, que celebró una de sus últimas anotaciones con el Atleti ondeando la playera con el nombre y dorsal de Virginia en ella. Por supuesto, el apoyo del club no vino solo de parte de sus compañeras y compañeros, sino de toda la institución que, desde el diagnóstico de la enfermedad, brindó todas las facilidades posibles a su jugadora. De esa manera, Virginia ha logrado regresar a los entrenamientos que, aunque personalizados, buscarán tener de vuelta a una pieza fundamental en el equipo, con la esperanza de seguir coronando montañas y conquistar escaleras.

Al otro lado del Canal de la Mancha, concretamente en Inglaterra, el escudo del Chelsea posee uno de los instrumentos más representativos de Reino Unido: el bastón de la Abadía de Westminster. Una de las construcciones más grandes en Inglaterra y donde, casi en su totalidad, han sido coronados los monarcas que han reinado las islas británicas. Un hecho que aparenta ser irrelevante, pero que coincide con el valor otorgado a ídolos como Lampard, Terry o Drogba, considerados reyes de la capital inglesa. Sin embargo, así como ocurre con Reino Unido y la reina Isabell II, hoy en día, es una monarca la que domina en Chelsea: Fran Kirby. Aún con un breve paso por el Reading de Inglaterra, ningún color le ha sentado tan bien a la delantera inglesa como el azul, vistiendo la playera de las Blues desde 2015. Futbolista clave en el esquema de Hayes, hasta hace poco, Kirby afrontaba una enfermedad cardiaca (pericarditis), misma que ha combatido como al resto de sus rivales: de frente, uno contra uno.

Pese a sufrir un primer colapso en presencia de sus amigas, Kirby mantuvo su diagnóstico reservado, principalmente el hecho de tratarse de una enfermedad en el corazón. Por supuesto, e irremediablemente, una de las pocas personas en saberlo fue su entrenadora, Emma Hayes, que jugó un papel fundamental en la recuperación de la delantera. Más allá de los problemas físicos a los que se vio enfrentada, su mayor preocupación era la posibilidad de no regresar a las canchas, de no vestir nuevamente la camiseta de las Blues. Al respecto, Fran tuvo que abandonar los entrenamientos por un tiempo, lo cual llevó a muchas especulaciones, produciendo angustia en la jugadora. En entrevista para ESPN, Kirby reconoció que, escuchar comentarios sobre su supuesta falta de compromiso, aunado a los aparentes motivos por los cuales el club había fichado a Sam Kerr, fueron en gran parte la razón por la que se sentía devastada. Una reacción lógica cuando se piensa que, al contrario de las ramas varoniles, en el futbol femenil se tiene la mala costumbre de subestimar y minimizar las capacidades de las futbolistas. 

Evidentemente, Fran nunca renunció, y tras reconocer que la resiliencia no es, o era, una de sus fortalezas, ha recuperado su gran nivel de juego. El trabajo de Kirby ha sido notable, incluso Hayes aseguró que la futbolista no regresaría a su nivel, sino que lo superaría. Un logro en el que Emma fue fundamental pues, durante las pláticas que entrenadora y jugadora mantuvieron a raíz de la enfermedad, la directora siempre dejó claro el respaldo a su jugadora, motivándola en todo momento. De esa forma, la historia de Kirby, continúa asemejándose a la que encierra el escudo del Chelsea. La Abadía de Westminster fue el resultado de una enmienda ofrecida por el rey Eduardo, y aunque Kirby no tiene nada que demostrar, su enfermedad ha representado la oportunidad para construir algo más grande de lo esperado.

Si en la rama varonil el número '14' evoca a jugadores de rebeldía y sacrificio, en la rama femenil comienza a convertirse en sinónimo de resistencia y determinación ya que, curiosamente, tanto Virginia como Fran, portan este dorsal en el campo. Dos futbolistas con dos historias que, no solo inspiran, sino que también ejemplifican filosofías de juego, de vida. Por un lado, la de los Colchoneros, que regatean el porvenir y se mantienen al borde del precipicio sin jamás perder la fe. Mientras, del otro lado, "El Orgullo de Londres" honra la historia de reyes y reinas con proezas de futbolistas impredecibles. Porque eso son el Atlético y Chelsea, el corazón y el orgullo de dos ciudades capitales del futbol.


Comentarios

Entradas populares