De Francia 2019




Día 13

"No tenemos mucho fútbol pero, tenemos carácter". Esas fueron las palabras de Carlos Borrello, entrenador de Argentina, previo al partido de hoy. Un partido que definiría el futuro de ambas escuadras, donde la derrota sería una sentencia y el empate una duda insoportable. Mientras "Las Leonas" ganaban con total superioridad al cuadro japonés en el Allianz Rivera, con dos tantos de White, asegurando el primer puesto, en París, Escocia y Argentina se peleaban a muerte la tercera plaza del grupo. 

Un encuentro en el que sobresalieron varios nombres que hoy se convertirían en leyenda; la número 10 albiceleste, Banini, recordaba la gallardía de los mejores delanteros argentinos, con ese sprint imparable y el equilibrio para girar sobre su propio eje y diblar jugadoras; Larroquette y su capacidad de aguantar hasta el último momento la marca y apretar a las rivales; Jaimes y su ambición por el gol y esa incansable carrera por alcanzar el balón. Sin embargo, el esfuerzo del equipo argentino se vería destruido por la veracidad con la que el combinado escocés acechaba el campo rival.

Al primer tiempo, Little aprovecharía el rebote de Correa para marcar el primero, luego vendrían Beattie, con un cabezazo y sin marcación para anotar sola dentro del área, y Cuthbert con una definición para aplaudir y poner el tres a cero al minuto 69'. Entonces entraría de cambio Menendez, la número 22, la de nombre Milagros, la que buscaría ese pase largo, la de la frialdad para definir sola frente a la arquera y dar esperanza al conjunto argentino. 

El tiempo ahora iba encontra suya pero, para detener el corazón de éstas jugadoras se necesitaba algo más que un par de goles, fue así, inspirada por los héroes argentinos, Bonsegundo se atrevió a disparar al arco desde fuera del área, y en complicidad con la arquera escocesa, marcar el segundo tanto para Argentina, ese que traía a la memoria las grandes hazañas y volvía a dar vida al partido. 

Llegaría el temido minuto 90' y sólo los cuatro minutos añadidos podían dejar a la albiceleste concretar el milagro deseado, y fue así, desde los once pasos, Alexandre contra Bonsegundo, la misma batalla pero esta vez desde el manchón penal, con el público estremecido, las emociones incontrolables y toda París observando, cuando al silbatazo del árbitro, ocurrió lo impensable. 

Lo que unos soñaron se convirtió en pesadilla, Florencia, gol, Argentina tres, Escocia tres, y el destino estaba apenas escribiéndose. Escocia dice a adiós después de una representación digan, mientras la albiceleste sigue esperando, dos empates en los próximos días es lo que necesita Argentina para avanzar pero, esta vez no serán ellas las que pongan el punto final, sino Nueva Zelanda, Camerún, Chile y Tailandia, de quines ahora depende el equipo de Borrello. 

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