De Francia 2019
Este no es un déjà vu, esta no es Rusia. Esta es la tierra de los soñadores, de los hijos de la patria, de los revolucionarios, ésta es Francia, y este el Mundial Femenil. París se pone de gala para recibir a las 24 selecciones que ahora se disponen a disputar cada partido como el último, a buscar el gol como su único anhelo, a vivir al máximo una fiesta de cada cuatro años.
En su primera noche, el Parque de los Príncipes presenta a dos gigantes; la Francia, protagonista de esta historia, y Japón, con su fútbol legendario. La grada enloquece con el primer gol, cortesía de Le Sommer, luego el segundo y la primera aparición del VAR; el árbitro anula la anotación y el marcador sigue con diferencia de uno. Hacia el final de la primera mitad, Renard voló sobre el cielo parisino y metió la esférica en las redes en dos ocasiones seguidas.
Corea estaba perdida, abrumada, desesperada, por momentos con destellos pero sin ser un peligro real a su oponente. Para el segundo tiempo, Francia modificó el parado táctico y comenzó a probar nuevas rutas de gol, aunque aquello permitió que, en más de un descuido, las asiáticas lograrán el disparo a la portería. No obstante, el conjunto francés, mantuvo la ventaja, y sobre el final del partido, Henry se inventó un tiro de medio campo para poner fin a toda esperanza coreana. París, la ciudad de las luces se ha iluminado con la misma esperanza de un alo atrás, se a llenado de la fiesta del fútbol.
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