El eslabón perdido

 

Foto: Equalizer Soccer

De Europa. 

En veinte ediciones disputadas, Alemania ha conquistado la Champions (femenina) en nueve ocasiones, con dos campeonatos en cinco finales para el Wolfsburg. El equipo de las Wölfinnen se unió a la estirpe germana de campeonas en 2013, cuando conquistó su primera UWCL. Un año más tarde, las del Wolfsburg lograrían retener la copa, y con ello, escribir el primer capítulo de una rivalidad cada vez más fuerte en Europa. Durante la campaña 13/14, el conjunto alemán se midió en cuartos de final contra un cuadro catalán todavía en construcción. El entonces equipo dirigido por Xavi Llorens sufrió en Alemania, de donde salió con un tres a cero. Marcador similar al conseguido en Barcelona donde, pese a la resistencia demostrada, tanto Kessler como Müller volvieron a ser protagonistas del gol en favor del Wolfsburg.

Dicho episodio marcaría el rumbo de ambas escuadras. Mientras las alemanas volvían a reinar Europa y se encaminaban a un dominio total de su liga, las españolas sorteaban títulos y se replanteaban el rumbo a seguir. Un cuestionamiento en el método blaugrana que, por momentos, hizo tambalear el que, al día de hoy, es considerado uno de los proyectos más sólidos en el fútbol femenil. Como en todas las épicas, el Barça se vio en medio de una encrucijada, con una plantilla dispuesta a pelear pero, con derrotas cada vez más dolorosas. En 2015, el equipo catalán caía en cuartos de final de la UWCL, con el Athletic a punto de dar un giro en el campeonato nacional. Una situación que hizo pensar a Alexia en abandonar el club, creyendo que su aportación al equipo estaba hecha y el momento de ceder el paso era idóneo.

No obstante, Markel Zubizarreta, director deportivo del Barça, conocía el destino de Putellas, rehusándose a dejarla ir sabiendo que vendrían años mejores. Aunque con algún tiempo de espera, finalmente, en 2020 aquel pronóstico optimista se cumplía. La era de Lluís Cortés comenzaba a contrastar con la de un Wolfsburg venido a menos. Si bien las Wölfinnen mantenían su hegemonía en copa, la Frauen Bundesliga se complicaba cada vez más, con un Bayern creciendo en cada temporada. Fue entonces cuando, una vez más, alemanas y españolas se volvían a encontrar. El mundo se había paralizado con el inicio de la pandemia, por lo que la fase final de la UWCL se disputaría a partido único. Siendo España sede de las eliminatorias, con una nueva alineación, en la que aparecieron Hansen, Hermoso y Oshoala, el Barça parecía poder repetir una final.

Desafortunadamente para las catalanas, la historia se hizo presente en el campo, inclinando la balanza en favor de un Wolfsburg que, aprendiendo a sufrir y a ser efectivas frente al arco, aprovecharon una de las pocas oportunidades en el encuentro. Después de una serie de rebotes, Rolfö mandó el balón al fondo de las redes, encaminando al equipo alemán a otra final. Sin embargo, aquel tampoco sería un desenlace victorioso para el Wolfsburg pues, Lyon firmó esa temporada su quinta copa europea de forma consecutiva. Así se mantenía otra de las grandes deudas del fútbol, con Pernille Harder como protagonista. Aunque el subcampeonato siempre otorga un valor extra al esfuerzo realizado, también contiene un peso específico.

La sensación de quedarse a solo un paso del triunfo añade presión y frustración, que se multiplica con cada final perdida. Tal es el caso de la estrella danesa, que en Europa carga con cuatro subcampeonatos, tres a nivel clubes y uno con su selección. En 2020, Harder salió de Alemania en busca de un nuevo proyecto con el Chelsea, lo que la llevaría a presenciar la coronación del Barça en la temporada 20/21. Ahora, en la presente campaña, Wolfsburg y Barcelona escribirán un nuevo episodio de esta rivalidad que, de alguna manera, parece marcar el rumbo de ambos clubes. Tras una transición generacional, las Wölfinnen ansían volver a lo más alto en el escenario europeo, mientras las blaugranas están determinadas en probar que, el título pasado, fue apenas el inicio de una época. Sin duda, cada partido entre estas escuadras representa un nuevo eslabón en su trayectoria, donde los resultados marcan un antes y un después.