Winter is coming
Del Mundo.
No, este no es un mal presagio de la Casa
Stark (como en Game of Thrones),
sino la antesala de lo que serán los Juegos Olímpicos (JJOO) de Invierno Pekín
2022. Evento a celebrarse durante el próximo mes de febrero, siendo la edición
número XXIV en la historia. Después de casi medio siglo, la justa invernal continúa
incrementando su popularidad, aunque sus disciplinas no cuenten con la misma visibilidad
que el resto de deportes. Evidentemente, a diferencia de otras disciplinas como
la gimnasia, el atletismo o la natación, los deportes de invierno requieren de
un equipo pero, sobre todo, de un clima específico para ser practicados, lo que
hace la participación de algunos países más reducida que otros. En el caso
mexicano, aunque las nevadas y el hielo no sean tan frecuentes en gran parte de
la República, eso no ha evitado a los y las atletas representar a nuestro país.
Donovan Carillo (Patinaje sobre hielo),
Sarah Schleper (Esquí alpino), Rodolfo Dickson (Esquí alpino), Roberto Franco
(Esquí alpino) y Germán Madrazo (Esquí de fondo), son algunos nombres de mexicanos
y mexicanas que han participado en las últimas ediciones, teniendo también algunos
su boleto para Pekín 2022. Cada quien con una historia propia, como la de Germán
Madrazo, que pasó del triatlón al esquí, vendiendo todas sus bicicletas para marcharse
a Islandia; o la de Rodolfo Dickson quien, tras ser adoptado, se mudó a Canadá,
donde tuvo oportunidad de hacerse con una carrera deportiva. De esa manera, México
se ha visto representado en los Juegos Olímpicos de Invierno, aunque todavía sin
ninguna presea en el medallero, mismo que lidera Noruega con 368 medallas. Algo
que no sorprende ya que, fueron los países nórdicos quienes impulsaron la
creación de esta competición.
Fue en 1901, cuando el General Viktor
Gustaf Black organizó los primeros Juegos Nórdicos en Suecia. Un evento que en
principio se celebró cada tres años y, eventualmente, cada cuatro hasta 1926.
El General Gustaf había sido también promotor de los Juegos Olímpicos (de verano),
manteniendo una estrecha amistad con el Barón de Coubertin, Pierre Fredy,
reconocido como el fundador de las Olimpiadas Modernas. Por ello, pasó poco
tiempo para que la iniciativa del General Gustaf, de celebrar unos juegos con
deportes de invierno, tomara fuerza dentro del Comité Olímpico Internacional
(COI). Sin embargo, pese a la voluntad para organizar los primeros Juegos Olímpicos
de Invierno, la Primera Guerra Mundial impidió concretar la idea, retrasando el
sueño de Gustaf hasta 1924.
Por esto, París 2024 será una sede histórica
en más de un aspecto pues, además de conmemorar un siglo desde la segunda vez
que Francia fue anfitriona, serán celebrados a cien años de iniciarse los
Juegos Olímpicos de Invierno. En aquella ocasión, en 1924, el COI acordó celebrar
la conocida Semana Internacional de Deportes de Invierno en Chamonix, con
doscientos atletas en el programa. A partir de entonces, después del éxito alcanzado,
los Juegos Olímpicos de Invierno se realizaron de manera paralela a los Juegos
Olímpicos de Verano. No obstante, en 1992 se optó por organizar ambas justas
olímpicas con el mismo intervalo de tiempo pero, en años distintos, ya que la planeación
conjunta resultaba una tarea titánica para los comités organizadores. De ese
modo, Noruega inauguró un nuevo ciclo olímpico, respetado hasta ahora.
Quizá, la integración del movimiento paralímpico fue lenta pero, finalmente, catorce ediciones más tarde, se sumó al calendario de invierno. Justo como la mayoría podría pensar, por ser el máximo representante de los JJOO invernales, fue el esquí el deporte que abrió una oportunidad a los y las paratletas. Casi de manera poética, Suecia fue sede los primeros Juegos Paralímpicos de Invierno en 1976, homologándose la sede hasta 1992, cuando Francia albergó tanto a Juegos Olímpicos como Paralímpicos. Una notable diferencia entre los juegos Paralímpicos de verano e invierno es que, en estos últimos, solo se permite competir a paradeportistas con discapacidad motora y visual. La razón principal son las condiciones en la que los y las paratletas participan, aunque esto podría cambiar de la misma manera en que el movimiento paralímpico a evolucionado. Por ahora, atletas y paratletas ya tiene la mirada fija en lo que será una nueva oportunidad para colgarse un metal, claro, en Pekín 2022.
Información recuperada de: Olimpismo; Sunrise Medical.
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