Fútbol contra la homofobia

 

Foto: TUDN

Estadio Azteca, México. 

Aunque la Selección Mexicana (Masculina) ha sido sancionada en múltiples ocasiones por presentarse el grito homofóbico en los estadios, la Liga MX (Femenil) parece contrarrestar, y luchar contra la LGBTfobia. En un país donde, en el último año, se contabilizaron 66 asesinatos en razón de la orientación sexual (además de los casos sin conocer), que una pareja de mujeres sea celebrada en uno de los estadios más emblemáticos en el deporte, resulta de gran relevancia. Sin ser la primera, ni la única pareja conocida en el futbol femenil, Janelly Farías (América) y Rebeca Bernal (Monterey) se han convertido en referentes más allá de la cancha. 

Compartir su relación públicamente ha permitido incrementar la sensibilidad y respeto hacia las personas LGBT+ y sus derechos. Contrario a la tradición homofóbica del balompié varonil, el futbol, y en general el deporte femenil, se ha mostrado siempre como un ambiente abierto y respetuoso, donde impera la tolerancia y sororidad. No es ningún secreto que, el deporte, sobre todo en los últimos años, ocupa un lugar importante en la sociedad, siendo un reflejo de la misma. De esa manera, el balón se ha convertido en una herramienta social, a veces utilizada como arma para controlar a las masas, y en otras ocasiones, como un medio de concientización. 

Prueba de lo anterior, lo vemos en nuestro fútbol pues, mientras la Selección (Masculina) lucha por clasificar a un Mundial, que será celebrado un país donde un hombre homosexual puede ser condenado a muerte, Farias y Bernal se abrazan frente a un público que las reconoce. Después de todo, en el fútbol mexicano, hay grandes contrapuntos. Por un lado, una Federación más preocupada por dejar de pagar multas que por la idiosincrasia misógina y LGBTfóbica de la que nace la conducta deplorable de la afición. Y por otro, una liga, la femenil, que muchas veces, se juega en condiciones indescriptibles, pero aún con ello, son ejemplo de valores y conductas más propias de la humanidad.