Detrás del volante

Foto: CNN

De Europa. 

Histórcamente las mujeres han sido excluidas del mundo deportivo, desde las canchas de fútbol hasta los grandes circuitos de la Fórmula 1. No obstante, después de décadas de lucha, las mujeres han logrado introducirse en diversas competiciones, siendo una de las más reciente el automovilismo. Sólo cinco mujeres en 70 años, desde su fundación, han participado en el campeonato más popular e importante del deporte motor. La última de ellas, Lella Lomabardi, se convirtió, en 1975, en la única mujer en puntuar en la Fórmula 1 bajó las órdenes de March Engineering, constructora británica ya desaparecida. 

Desde entonces, las pilotos, habían quedado fuera del plano deportivo, y no fue hasta hace un año cuando volvieron a protagonizar uno de los momentos más importante en la historia. La creación de la W Series, en 2019, se ha convertido en un hito no sólo dentro del automovilismo, sino también en el mundo del deporte, dando más oportunidades al género femenino. Desafortunadamente, la única temporada disputada del campeonato, no ha obtenido los resultados esperados. Los seis circuitos que conforman la competición son poco atractivos en comparación con los grandes premios de Mónaco o Azerbaiyán. Esto, aunado a la falta de difusión e inversión por parte de los grandes constructores, ha provocado el poco, o nulo interés por parte de la afición. 

Por su puesto, la W Series, no es la única competición en la que las mujeres han podido participar. Existen distintas monoplazas y campeonatos impulsados por algunos fabricantes dentro del automovilismo, como lo es la Fórmula Renault. En ella, han participado importantes corredoras, entre las que destaca Sussie Wolff. Desde temprana edad, la piloto escocesa, comenzó a formarse en el kart racing, hasta que finalmente encontró una oportunidad con el equipo Motaworld Racing, con el que además alcanzaría su primer pódium en 2003. Sussie, fue reconocida por el British Racing Driver's Club (BRDC), y alcanzó la Fórmula 3 en 2005. 

Lamentablemente, una lesión en la espalda la dejó fuera del campeonato, siendo aquel el año más bajo de su carrera. Para 2006, y durante los próximos seis años, Wolff participaría en la Deutsche Tourenwagen Masters (DTM), un torneo de alta velocidad disputado en Alemania, y en el que su mejor resultado sería la novena posición en su año de debut. No obstante, el que para muchos ha sido el episodio más importante en su carrera, llegaría en 2012, convirtiéndose en piloto de desarrollo para la escudería Williams. Sussie, conduciría en dos ocasiones durante las sesiones de entrenamientos libres en 2014 siendo, desde 1992, una de las pocas mujeres que han llegado a participar en un fin de semana de la Fórmula 1. 

Asimimso, y aunque las mujeres se han mantenido fuera de los circuitos, su presencia en el automovilismo va más allá de la parrilla. La propia Sussie Wolff, después de servir como embajadora para Mercedes, se unión en 2018 al equipo Venturi de la Fórmula E, del cual, ahora, es también es accionista. Por otro lado, Claire Williams, ha heredado uno de los más emblemáticos equipos de la Fórmula 1, y aunque sus años al frente del equipo han estado llenos de dificultades, ha visto nacer a pilotos de la calidad de Valterri Bottas o George Russell. De esa manera, las mujeres, han vencido los estereotipos alrededor del deporte motor que, no obstante, permanecen arraigados en algunos ámbitos. 

Aún cuando los equipos de la Fórmula 1 trabajan con personal femenino, las mujeres siguen ocupando papeles secundarios en el automovilismo, y es por eso que se necesita del compromiso de las grandes escuderías como Ferrari, Mercedes y Red Bull para promover mayor equidad. Las condiciones físicas son para muchos un motivo de exclusión, sin embargo, se ha comprobado que una piloto puede ser capaz de competir al mismo nivel que los hombres. Claro está que, para ello se necesita impulsar proyectos como la W Series, olvidando la idea de que una mujer no puede estar detrás de un volante. Que las mujeres ocupen uno de los asientos de piloto en la Fórmula 1 puede ser una meta o un imposible pero, sólo apostando por ellas se puede conocer la respuesta.