De Francia 2019

Día 27

El sueño continúa, y sólo queda un boleto para la gran final. Lyon vuelve a ser cede pero, está vez sería el naranja el color que pintara las calles de Francia. La Naranja Mecánica llegaba a la cita acompañada de una marea de aficionados, fieles y esperanzados en su fútbol. Del otro lado, el caballo negro del torneo, la nueva pesadilla de Alemania, el equipo sueco. 

Un grupo de jugadoras que en sus últimos partidos habían gestado grandes hazañas como las de sus ancestros vikingos. Un duelo que en la previa parecía espectacular pero, que conforme rodó el balón fue diluyéndose hasta convertirse en un rondo a lo largo y ancho de la cancha. La euforia en la grada se convertía en impaciencia y desilusión. 

Suecia parecía mejor, con la ambición y la mirada puesta en el arco rival, sin embargo, Países Bajos supo detener y descifrar cada ataque. Martens y Miedema quedaron en segundo plano cuando el equipo naranja fue incapaz de hilar y construir alguna jugada arriba de medio campo. Para desdicha del aficionado, la segunda mitad permaneció en la misma sintonía, y sólo Van de Sanden mostraba atrevimiento y calidad al frente. 

Noventa minutos no fueron suficientes, y los tiempos extras aparecieron para que al 99', a través de Groenen, Holanda viera la luz, el camino hacia la ansiada final. Tal vez no fue el mejor partido hasta hoy pero, las "Tulipanes" han demostrado que el título de campeonas de Europa no les ha pesado, mientras Suecia se despide con la cabeza en alto después de sorprender al mundo con su entrega y corazón.