W Series: A tambor batiente

 


Foto: Williams Racing


De Austin, Texas. 

Nadie pudo predecir que el cambio en el calendario de la W Series estaría acompañado de tantas emociones. La cancelación del Gran Premio de México, dejó a Austin como última sede de la campaña, una que se definiría a dos carreras en el Circuito de las Américas. Después de Zandvoort, las pilotas británicas, Jamie Chadwick y Alice Powell empataban en los más alto de la clasificación, con Powell llevándose la victoria en Países Bajos. De esa manera, el pasado fin de semana, Estados Unidos albergó las dos carreras en que, las dos mejores del año, se disputarían el título de la segunda temporada de la W Series. Así, con el número dos como protagonista. No obstante, para regocijo de la afición, apareció un tercer nombre que rompió con la dualidad del torneo.

Abbi Pulling llegó a suelo estadounidense como número 15, sin saber que, en apenas en un par de días, escalaría ocho posiciones. La joven pilota salió, por primera vez, desde la pole en la carrera del sábado, y obtuvo un segundo lugar el domingo. Gracias a ello, Pulling sumó en un solo fin de semana el triple de puntos que en el resto del calendario, confirmando el talento de Gran Bretaña en el deporte de motor e incrementando las expectativas por lo que pueda alcanzar en próximas ediciones. Una joven que se ha visto abrigada por una de mayor trayectoria, como lo es Alice Powell, quien superó con creces lo conseguido en 2019. No obstante, en las sesiones de práctica el ritmo de Powell permanecía por debajo de lo esperado, lo que se confirmó durante la clasificación, donde acabó décima.

Sin embargo, fue desde ahí, partiendo en décimo lugar, como gestó una de las remontadas que será recordada por mucho tiempo en la historia del campeonato. Pasada la media hora en pista, Powell había logró pasar a Wohlwend, García, Visser y Hawkins, para meterse en la pelea protagonizada por la Scuderia W. Junto con la finlandesa, Emma Kimilainen, Belén García y Sarah Moore iban a la persecución de Pulling. Para la última vuelta, eran las dos británicas las únicas en la lucha por el tercer puesto. Inevitablemente, la experiencia superó los errores propios de la juventud. Abbi recibía la advertencia de mantenerse dentro de los límites de la pista, mientras Alice reducía la distancia entre ambas. Eventualmente, Powell adelantó a su compatriota, consumando una clase magistral en la que, saliendo décima, finalizó en el podio.

En contraste, desde la carrera del sábado, Jamie aseguró una importante victoria, reduciendo con ello el margen de posibilidades para Alice. La retención del título estaba en sus manos, con múltiples escenarios a su favor. Por supuesto, Chadwick saldría a buscar el triunfo en Austin, mismo que conquistó para asegurar su segundo título de la W Series. Jamie tuvo una fenomenal salida, haciendo imposible su persecución y alcance durante toda la carrera. Lejos de Pulling y Kimilainen, que completaron el último podio de la temporada, Chadwick cruzaba la línea de meta en solitario, alcanzando su cuarta victoria en el año y reclamando la corona que, por ahora, solo ella ha portado. La batalla por la W Series no solo reivindica al deporte de motor, sino también reafirma lo apasionante que es el automovilismo.


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