En peligro de extinción



Foto: Since 71

De Europa a América. 

En los últimos años, la Liga Iberdrola en España, como muchas otras alrededor del mundo, ha luchado por hacerse de un lugar entre las competiciones más importantes a nivel global. Estrellas como Vicky Losada, Amanda Sampedro y Lieke Martens han dejado ver el crecimiento y apuesta de los clubes por esta competición. Sin embargo, el torneo español no ha quedado exento de los problemas ocasionados por el COVID-19. A finales de marzo, algunas jugadoras vieron reducidos sus salarios a causa de la pandemia, como ocurrió en el Fútbol Club Barcelona. En su caso, la plantilla del equipo femenil optó, de manera voluntaria, por restar el 70% de su salario a fin de sostener la economía del club y proteger los empleos de todos los niveles en la institución. 

La iniciativa se tomó en apego a la postura que el primer equipo varonil había externado a mediados del mismo mes. Al respecto, cabe resaltar que, el salario percibido por las jugadoras es considerablemente menor al de los futbolistas. De ese modo, lejos de velar por su propia estabilidad económica, la capitana blaugrana, Alaxa Putellas, aseguró en un comunicado que se trataba de ser solidarios con los empleados más vulnerables del club. Desafortunadamente, no todos los equipos cuentan con las mismas posibilidades, y en contraste, la rama femenil del Fylde, equipo de tercera división en Inglaterra, fue disuelto apenas cuatro años después de su fundación por la falta de ingresos. 

En cuanto a la reanudación de las competiciones, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha optado en dar por concluida la Liga Iberdrola, y proclamar campeonas al FC Barcelona quien, al momento de la suspensión del torneo, se encontraba líder en la tabla con 59 puntos. Una noticia que sorprendió a muchos pues, mientras se planea reanudar La Liga a principios de junio, la competición femenina ha sido concluida sin ni siquera plantearse la posibilidad de su regreso. 

Algo similar a lo que ocurre en Alemania, donde la Bundesliga regresará el próximo 16 de mayo, y no obstante, la Bundesliga Fraun sigue siendo duda. Según reportes del diario Sport, once de los doce equipos femeninos estarían dispuestos a reanudar el torneo, sin embargo, la decisión aún depende de la aprobación de la Federación y el Gobierno alemán. En cuanto a la Division 1 Femení, las autoridades francesas han optado, al igual que la Ligue 1, en concluir la temporada 2019 - 2020, y proclamar campeonas, por 14ta veces consecutiva, al equipo de Lyon. Probablemente, la decisión más justa que se ha tomado respecto de los torneos de fútbol femenino en el mundo, dando a ambas ligas la misma resolución. 

En México, sólo León, Pachuca, América, Chivas, Monterrey y Pumas, declararon proteger los salarios de sus equipos femeninos durante la pandemia. Por supuesto, sabemos que, aunque la postura de estos equipos refuerza su compromiso con las jugadoras, no siempre basta con el salario de una futbolista, que en muchas ocasiones es limitado. Por lo que respecta a la Liga MX BBVA Femenil, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) descarta la posibilidad de dar por terminada la competición, e incluso se han planteado ya los tres posibles escenarios para su finalización. 

En principio, se buscaría celebrar los partidos pendientes y, a través de jornadas dobles, concluir la fase regular para dar comienzo a la etapa final. La segunda hipótesis reduciría el calendario hasta la última fecha disputada, y sólo los partidos pendientes, junto con la liguilla, serían jugados. Y para el caso de que ninguna de las dos opciones anteriores fuera posible, se jugarían los partidos pendientes más la fase final a un solo partido, disminuyendo al máximo los encuentros. Claramente, sin importar la opción por la que se decante, los partidos serían a puerta cerrada y transmitidos por televisión. 

Es importante señalar que, el fútbol de ninguna manera puede llegar a ser prioridad durante esta pandemia. Aún cuando representa uno de los entretenimientos más grandes en el planeta, se debe asumir que, al fin a y al cabo, se trata solo de un deporte. No obstante, el aspecto económico y social en el balopié, puede traer consecuencias considerables, sobre todo cuando se habla de fútbol femenino. La reducción de presupuestos y salarios en las ramas femeniles de los clubes, perjudican el desarrollo y estabilidad de las jugadoras. En algunos casos, esta situación ha obligado a los equipos a considerar la desaparición de sus equipos femeninos, mientras algunas futbolistas deberán replantearse la posibilidad de seguir apostando por el balón, o renunciar al sueño por el bien de su economía. 

Asimismo, fuera de Francia, es evidente que el fútbol femenino no ha adquirido el mismo valor que el varonil. Un debate que ya conocemos, en el que se ha dicho que las ganancias aún son iguales, y en el que sin embargo, valdría la pena preguntarnos si se ha hecho lo necesario por hacer las ligas femeniles un negocio rentable y autosustentable. Grandes empresas como Coca-Cola y Visa, patrocinan algunas ligas a nivel internacional y eventos como el Mundial Femenino, lo cual nos hace creer que es posible apostar por esta rama del deporte que constantemente se ve en peligro de extinción.  

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